martes, 3 de mayo de 2011

Quinto Capítulo

En la facultad de Javier las clases habían finalizado hacía una hora, sin embargo él continuaba en el mismo sitio que ocupaba cada mañana a primera hora para poder descansar los ojos sin que el profesor se diera cuenta. Ese día había sido distinto. A penas quince minutos después de empezar la clase, algo empezó a vibrarle en el bolsillo. Cuando consiguió sacar el móvil la pantalla iluminada le ofreció la sorpresa más ilógica que podría haberse imaginado en esos momentos. Era imposible que aquel número estuviera volviendo a querer contactar con él. No después de tanto tiempo.
Aun ahora seguía contemplando el móvil. No sabía qué hacer. Podría devolver la llamada pero, ¿y si se había equivocado a la hora de marcar su número? Quedaría como una persona muy débil ante sus ojos y eso era lo último que deseaba en esos momentos. Además, le había llamado en horario de clase, si no se había equivocado ¿cuál sería el motivo?
Estaba hecho un lío. Miles de preguntas recorrían su mente de lado a lado haciendo que las dudas y el miedo aparecieran de nuevo en su cabeza. Quería devolver la llamada, preguntar por qué había pensado en él después de tanto tiempo, pedir explicaciones de su desaparición… pero para ser francos, ni si quiera tenía valor para hacerlo. Era tanto el shock que le había causado ver de nuevo ese nombre en su pantalla que aun creía que estaba soñando y que en cualquier momento se despertaría en su cama por los pitidos del coche de Lucía. Pero no, no era un sueño. Antes de que Javier pudiera tomar una decisión su móvil comenzó a sonar de nuevo. Ese nombre, ese número. ¿Lo cogía? La melodía de “The man who can’t be moved” de The Script que tenía puesta como tono de llamada continuaba sonando. ¿Y si era algo importante? A Javi cada vez le sudaban más las manos. Estaba nervioso, muy nervioso, podría decirse incluso que atacado.

-        ¿Si?

¿Qué había hecho? Un impulso le había llevado a pulsar la tecla verde y ahora tenía el móvil en la oreja esperando una respuesta que no llegaba.

-        ¿Javi?- la voz sonaba más cansada de lo que él recordaba
-        Si, soy yo
-        ¿Cómo estás?
-        Bien, supongo- ¿Ahora se preocupaba por él? Javier no podía creer lo que estaba oyendo
-        Me alegro

Silencio. ¿Para eso le había llamado? La mente podría explotarle en cualquier momento debido al colapso de preguntas sin respuesta que se iban amontonando una a una.

-        Verás… Te he llamado porque quiero pedirte un favor- continuó la voz
-        ¿Un favor? No sé si estás en condiciones de pedirme nada…
-        Javi por favor, necesito verte
-        ¿Qué?- ¿de verdad había escuchado eso?
-        Necesito verte- volvió a repetir la voz al otro lado del teléfono
-        ¿Para qué?
-        Te lo explicaré si accedes a quedar conmigo

Javi suspiró. ¿Qué podía hacer? No tenía ni el más mínimo entusiasmo en quedar, pero por otra parte debía de ser algo importante si después de cuatro años le estaba volviendo a llamar.

-        ¿Cuándo sería?- se decidió por fin
-        Si puede ser hoy mismo mejor
-        ¿Hoy? Estoy en la universidad ahora mismo, no sé si voy a tener tiempo
-        Javi por favor, serán solo unos minutos. Come conmigo
-        Está bien, ¿dónde y cuándo?

La voz al otro lado del teléfono le dio la dirección de un bar que Javi intentó memorizar. Sabía que estaba cerca de donde él vivía, así que no tendría problemas para encontrarlo.

-        A las dos y media allí
-        Vale, pues allí nos vemos
-        Hasta ahora entonces
-        Adiós

Cuando Javi colgó aun le temblaban las piernas. Qué raro había sido volver a mantener una conversación después de tanto tiempo. Notaba la voz más mayor y menos viva de lo que él recordaba. Ahora su mente estaba en blanco. Todas las preguntas habían desaparecido por completo, y sólo rondaba por su cabeza una. ¿Qué demonios querría su padre ahora?

martes, 12 de abril de 2011

It is a children game

Y entonces, él la miró con una sonrisa pintada en los labios, y ella le correspondió sonriendo a su vez, perdiéndose en esos ojos del diablo. Fue una mirada breve pero intensa. Cargada de complicidad. Como se miran dos niños que saben que han hecho algo que no deberían hacer.

¡Margaritos míos! Cambié un poco esto que ya llevaba mucho sin meterme. Lo siento, mi vida ultimamente es demasiado agetreada para mi gusto... No creo que pueda volver a actualizar hasta después de Semana Santa dado que no voy a estar en mi casa, así que espero que disfruteís estas mini vacaciones y que descanseís lo máximo posible. A la vuelta comenzaré a subir el nuevo capitulo.

Muchisimos Besos

lunes, 4 de abril de 2011

Próxima estación: Tus Labios

Y hoy, sin ningún motivo aparente, sin saber cómo ni por qué, en un mundo anclado de dudas y oscuridad, así, porque sí, ha llegado un haz de luz directamente proporcional a todos los miedos que pudo haber, convirtiendo el no sé qué que tengo en un qué sé yo que siento.
Porque, a pesar de todo, la vida es una decisión, y sólo nosotros podemos transformarla en casualidad. Porque lo sueños, sueños son, y las esperanzas nos invitan a arriesgar aquello que consiga renovar el todo por la nada. Porque en un segundo, que puede aparentar ser eterno, se puede cambiar de parecer y, porque lo más excitante del mundo entero es apostar por eso que nos mantenga felices despiertos y el éxtasis posterior a conocer tu resultado de victoria.



martes, 29 de marzo de 2011

Just Your Mind

- No suspires- dijo ella.
- ¿Por qué?
- Los suspiros son sintoma de inferioridad y de pasotismo. No me gustan.
- ¿Ni si quiera los que son de amor?

Sofía miró a los ojos a Javier.

- No creo en el amor.

lunes, 28 de marzo de 2011

Lucas.

La ignorancia sentimental es un estado psicológico que ciega a aquel que está enamorado. Le incapacita para ver más allá de la cruel mentira en la que está involucrado para, así, tenerle a su disposición en cualquier segundo que le sea de su agrado.  Cree que vive en un mundo real, que la suerte ha llamado a su puerta, que todo le sonríe, que no hay manera de caer en el vacío ahora que el amor le sujeta. Pero, aquello que tanta felicidad le otorga, puede ser también lo que le haga derramar lágrimas por doquier justo en el momento en que comprenda que vive en un mundo imaginario, que su mundo real es ficcticio.


. M A R G A R I T A S . D E . P A P E L .

sábado, 19 de marzo de 2011

Cuarto Capítulo (Parte Final)

Cuando Eva salió a la calle miró a ambos lados para ver si veía a Eric. Una figura corría por el lado derecho y Eva le reconoció en seguida.

- ¡Eric!- gritó para que la escuchara

Eric se giró y se quedó parado en el sitio viendo como su hermana corría hacía él.

- ¿Qué haces tú aquí?- le preguntó cuando llegó hasta el lugar en el que se había parado
- El maratón de Madrid- respondió Eva con la respiración entre cortada de la carrera
- ¿Cómo?- Eric no la entendía

Eva respiró hondo y miró a su hermano.

- Casualmente estaba en la misma sala de cine en la que te ha dado ese ataque de histeria y has gritado, y al ver que eras tú he dejado a mi cita plantada por venir a socorrerte hermanito -le sonrío

Eric se quedó sin palabras. Demasiada información en tan pocas palabras. ¿Cita? ¿cine? ¿a quién ha dejado plantado?

- ¿Hola?- Eva le pasó una mano por la cara para que saliera de su shock
- ¿Qué cita tenías tú?- consiguió decir al final Eric

Eva bufó.

- ¿Me estás diciendo que acabas de pegar un grito en medio de una sala de cine y lo único que te interesa es con quién estaba yo allí? ¿Se puede saber qué te pasaba?

Otra vez la misma pregunta. Eric estaba empezando a cansarse de que la gente se preocupara tanto por él, necesitaba su espacio para pensar detenidamente en lo que sentía o dejaba de sentir, pero al mirar a su hermana a los ojos supo que a ella no podría engañarla.

- He visto a Lucía en el parque...

Los ojos de Eva se abrieron de par en par. Lucía, cuánto tiempo sin escuchar ese nombre con la voz de su hermano. Ahora quizás entendía todo. Cogió a Eric del brazo y le dio un beso en la mejilla.

- Vamos a casa ¿te parece?- sonrió

Eric asintió y se dejó guiar por su hermana caminando despacio. Ninguno de los dos habló en todo el trayecto. Eva sabía que Lucía para su hermano era un tema muy frágil y prefería dejarle su espacio y Eric agradecía ese silencio para poder ordenar sus pensamientos. Al día siguiente debería de dar muchas explicaciones a Mel y aun no sabía ni qué tenía que decirle, y por otra parte, no podía quitarse de la cabeza a Lucía, ni lo feliz que se la veía al lado de ese nuevo chico.
Lo que aun no sabía Eric es que esa no iba a ser la última vez que viera a Lucía.








lunes, 14 de marzo de 2011

Cuarto Capítulo (Parte 5)

Por otro lado, Eva y Luis estaban sentados cuatro butacas más atrás que Eric y Mel, pero Eva no si quiera se había percatado. Luis era un chico muy simpático y estaba pasando una tarde muy agradable a su lado. Ya no se sentía mal por haberle mentido a Aarón o a su madre, simplemente disfrutaba como una niña con el globo que le acaban de comprar sus padres.

- ¿Y tú también estudias bachillerato?- preguntó Luis con una de sus mejores sonrisas
- Si, estoy en el del letras porque yo y los números no nos llevamos bien, discutimos en primero de la eso y desde entonces todo fue a peor... hasta que por fin este año tuve fuerzas para pedir el divorcio

Luis rió. Esa chica era realmente divertida y se alegraba de haberse dejado convencer por Marcos para acompañarle a la cita. Al principio no había entendido por qué su amigo necesitaría apoyo en una cita cuando ya tenía suficiente experiencia, pero al ver a las dos niñitas entrar del brazo en el bar se dio cuenta de que quizás su amigo tenía miedo a que fueran demasiado jóvenes. Aunque, para ser claros, eso no le había resultado un inconveniente a la hora de meterle la lengua hasta la campanilla.

- ¿Y tú qué estudias?
- Estoy estudiando arquitecturas
- Ala- Eva abrió la boca- ¿Entonces podrás construirme la casa de mis sueños?

Luis volvió a reír.

- Claro que si, pero tendremos que hacer un trato
- ¿Qué trato?- Eva le miró con desconfianza
- Que yo sea tu compañero -sonrío

Eva se quedó sin palabras ante tal directa, y dio gracias cuando las luces se apagaron y la película empezó, porque de haber seguido hablando la hubiera tomado por una niña tonta que se asusta ante los coqueteos de los hombres.


- Pss

Erico miró a Mel.

- ¿Qué pasa?
- ¿Te ocurre algo?- Mélani hablaba en voz baja
- ¿Qué?- le imitó
- Que si te ocurre algo Eric...
- No, ¿qué me va a ocurrir?- Intentó disimular lo mejor que pudo aparentando normalidad, pero empezó a pensar que a lo mejor se había pasado a la hora de encerrarse en su burbuja y había creado curiosidad en Mel.
- Llevas desde que hemos estado en el parque muy raro
- No me ocurre nada- Se encogió de hombros
- ¿Seguro?- Mel parecía preocupada de verdad
- De verdad- Eric la miró y sonrió ampliamente para cambiar la situación, pero esta sonrisa no convenció a Mélani
- Si te ocurre algo sabes que puedes contármelo y desahogarte conmigo... yo estoy aquí para lo que necesites ¿vale?
- Lo sé Mel, lo sé- empezaba a cansarse de la insistencia de su chica
- Porque si no confiaras en mi que soy tu novia... ¿entonces en quién podrías confiar? Además soy la persona que mejor te entiende, por algo estoy a tu lado siempre
- Mel no seas pesada por favor que no me pasa nada, en serio- suspiró
- ¿Entonces por qué llevas toda la tarde pensativo y sin apenas mirarme?
- Pues no lo sé, estaría pensando en mis cosas

Un “chsss” de la fila de delante hizo que Mel se callara por unos segundos, pero en seguida continuó con su tercer grado.

- ¿Qué cosas?
- Mel nos van a echar del cine, para ya, hablamos después si quieres
- No quiero hablar después, quiero hablar ahora- Mel subió un poco el tono y un nuevo “chsss” se escuchó
- Perdone- Eric se disculpó con el hombre que estaba harto de esos dos chicos que no paraban de hablar.
- Qué me digas qué te pasa- insistió Mélani
- No me pasa nada!- Eric gritó sin darse cuenta y todo el cine se giró para ver de dónde provenía ese escándalo. Al sentirse tan observado cogió sus cosas y se levantó de su asiento- Me voy- desapareció en la oscuridad dejando a Mel clavada en su asiento sin saber qué decir o qué hacer. Sabía que seguirlo en esos momentos sólo empeoraría las cosas y estaba realmente echa un mar de dudas.

En la fila de arriba Eva y Luis también buscaban la persona de la que provenía ese grito.

- ¿Qué loco habrá gritado de esa manera en un cine?- Luis se inclinaba hacia delante para ver al causante de tanto albedrío
- Eric... -susurró Eva cuando vio a su hermano
- ¿Quién es Eric?- miró a Eva extrañado
- Es mi hermano- se apresuró a decir Eva mientras recogía sus cosas- perdona, pero me tengo que ir, me lo he pasado muy bien contigo, ya hablaremos -le dio un beso en la mejilla y salió disparada en busca de su hermano dejando a Luis pasmado y pensando en la forma en la que volverían a hablar si ni si quiera se habían intercambiado los móviles.



Margarita exclusiva: Mañana me voy a Londres, por lo que no podré actualizar hasta el viernes. ¡Os dejo con la intriga de la última parte del capítulo para entonces!

Pasad buena semana

. M A R G A R I T A S . D E . P A P E L .